miércoles, 23 de enero de 2008

EL PERIÓDICO DE S

Uno de los placeres de la vida es leer tu periódico con un taza de café. Una terraza, una mesa espaciosa, unos vivificadores rayos de sol.
El periódico de S , desde hace unos quince años, es El País. Le ha sido infiel, casi sin quererlo, algunos domingos que se ha vendido a otros compradores más madrugadores que ella. Y en los bares, donde apenas lo encuentra, siempre hay otro pidiendo una oportunidad, porque S no suele frecuentar bares que no tengan ni un mísero periódico.
Cuando era muy pequeña, casi enana, S pensaba que La Vanguardia servía para secar los suelos que fregaba su madre. No podía entender para qué entonces llenarlo de letras ¡Qué desperdicio! De mayor lo leyó. Nunca le gustó el formato, tan enorme. Leía La Contra, que no estaba mal, aunque pasado un tiempo le pareció demasiado ligera y alternativa, a S que siempre frecuenta periodistas con un poco de mala leche. Pero La Vanguardia tiene a Quim Monzó, y eso a ella le parecen palabras mayores.

El Periódico era ideal para acabárselo rapidito, tanta foto y tan poca chicha., y tener una buena digestión. A S siempre le ha parecido un periódico con titulares explosivos y pólvora mojada. Su revista dominical le daba risa y le recordaba, no sé porqué, al Pronto que leía su madre, antes de que leyera a Kundera. Pero también lo ha disfrutado a ratos, primero con Quico el Progre y después con Manuel Delgado.

El Punt le vale a S para enterarse un poco de lo que pasa por Gerona y alrededores...y poco más. Le aburren soberanamente sus artículos, dictados por el patrón, contados, casi siempre, desde un cobarde "nosaltres".

El Mundo alguna vez lo ha probado. Tiene buenos articulistas. Dice S que son fichajes estrella de un equipo con posibles. Tiene individualidades pero no juega a bloque. Un periódico galáctico. Lo ojea como se ojeaba antes en Cataluña el ABC, desafiando alguna mirada desaprobatoria, que nunca encontró. Es un periódico que miente un poco más que la media, pero tienen a Arcadi Espada, que antes escribía en su diario, que es un señor que escribe muy bien y que siempre tira la piedra y enseña la mano.

Pero a S, lo que de verdad le gusta, es sentarse a leer El País. El de papel, porque el otro, el digital, está demasiado lleno de noticias y ella, que es una señorita, lo que espera de su periódico es que le seleccione las más importantes y se las lleve a la hamaca, no que las tengas que andar buscando como loca y se distraiga con noticias de poca enjundia. A S a veces le fastidia, pero poco, la verdad, que el domingo venga tanto reportaje y tan interesante. Como si una no tuviera que hacer otra cosa en todo el día que leerlo a él.

La relación no siempre es buena. S se pelea a menudo con su periódico. Le revienta que se le vea tanto el plumero. No que sea sociata, como dicen sus amigas, que eso ya lo sabe de sobras, sino que no haga ningún esfuerzo por disimularlo un poco. Se cabrea cuando alguna vez todas, absolutamente todas sus columnas de opinión, convergen en una sola idea, que suele tener que ver con el PP, o con los negocios de PRISA, o con el medio ambiente, o con lo que mandara Polanco, que mandaba mucho. Esos días, su periódico se convierte en un panfleto infecto. O cuando desde su diccionario de estilo se impone , como un meme, un concepto, y todos (bueno, menos Elvira Lindo, Soledad Gallego y Francesc Valls) lo repiten como colegiales. El último fue que esto, o aquello, o lo de más allá creaba crispación, y S se crispaba al leerlo, vaya que si se crispaba y estaba a punto de escribir al Defensor del lector, para que dejaran de ver crispación en cualquier cosa, pero nunca lo hizo, por pereza quizás o, no sé, la verdad es que nunca me lo dijo. O cuando El País se pone institucional y si hace falta censura hasta a Savater en nombre de alguna causa. O cuando hace una oposición feroz al Gobierno, si no mandan los socialistas, y una oposición feroz a la oposición cuando son ellos los que mandan.

Pero es por eso, porque es su periódico , por lo que le mete tanta caña. Y porque sabe lo importante que es en la vida tener un periódico propio, tanto o más como ser del Barça o del Madrid, o español o catalán, o de Albacete.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Suscribo muchas cosas de S. Pero destacar El Cultural de El MUndo, los jueves, infinitamente mejor que Babelia.

Anónimo dijo...

Un periódico no debe ser una biblia para nadie. Está lleno de intereses y de cosas interesantes. Lo único que hay que pedirle es que, siendo subjetivo como es, no traicione demasiado a la realidad.

Anónimo dijo...

Muy sano ejercicio de objetividad, ése de pasearse por el extenso panorama periodístico del país. Nada mejor para darse cuenta de cómo una noticia cambia dependiendo de quien la da. Salvando las distancias, me recuerda un poco al juego infantil del teléfono, pero con mala leche.

Anónimo dijo...

felicidades. Hace tiempo que te leo y me encanta.
No compro mucho el país pero este sábado lo comprare

ivana

Joselu dijo...

Soy de esos adictos -y suscriptor- de El País. Lo leo desde el día que salió, y pocas veces he dejado de leerlo. Sin embargo, leo con gusto La Vanguardia y me encanta su contraportada que siempre es un motivo de reflexión interesante. El País es demasiado partidista. Lo que no entra en su línea es atacado o ridiculizado. Me acuerdo de la campaña anti Ciutadans que urdieron, igual que ahora Savater está casi silenciado. Detesto a mi periódico por su tendenciosidad, pero es el mío.

Anónimo dijo...

Me he identificado con S. En lo bueno y en lo malo. Por ejemplo, me encantan las columnas de Millás cuando no habla de política. Esas me parecen incluso de mal gusto. Después de leer esto, ya no me siento tan mal por darle caña a "El País". La verdad es que motivos dan.
Muy bueno tu blog.

Kevin dijo...

mUY BUENO

Anónimo dijo...

Estoy visitando blogs de educadores. El tuyo es muy bueno, toca bastantes temas.
Te invito al mio que sólo va del día a día de un educador social. Recien lo empezé

http://educacionsocialpavolverseloco.blogia.com

Sera Sánchez dijo...

Bueno, fmop,esteruca,anónimo, joselu,da-beat, kevin gracias por vuestros comentarios.
Nada, mañana a comprar El País y a ponerlo a parir. Jajaja.

Anónimo dijo...

Felicidades por tu blog, sera

Quique dijo...

Me ha gustado el comentario del Pais.
He visto que también eres educador,
mi blog se llama
educador social en Alaska.
Soy nuevo en esto

http://eleducadorsocialenalaska.blogspot.com

niobe dijo...

Me gusta mucho tu artículo.
La verdad absoluta no existe y eso no lo demuestran cada mañana los diferente diarios. Si me he de quedar con uno, me quedo con El Pais, eso si mucho de los que nombras no les he leido nunca (Vanguardio, El Periódico, El Punt), por aquí no llegan.
un asuludo y enhorabuena por tus reflexinones.

Anónimo dijo...

Mi gerno no me cae tan mal des de que le vi leyendo el pais los domingos.Sera!!
Que grande eres