domingo, 20 de enero de 2008

FALSA ALARMA: LA SAGRADA FAMILIA SIGUE EN PIE

Aunque Orson Welles no lo hizo con sus oyentes, cuando los engañó con la emisión radiofónica de La Guerra de los Mundos, yo pido perdón a los lectores de este blog.
El lunes pasado les anunciaba el derrumbe de la Sagrada Familia en Barcelona. Tengo que decirles que esa noticia era falsa. Me la inventé. Si no me creen pueden comprobarlos ustedes mismos. La Sagrada Familia sigue donde estaba, esbelta y retorcida.
No lo hice, ni mucho menos, para demostrar lo fácil que es engañar al público. Hoy en día, con los adelantos técnicos que permiten manipular las imágenes, es muy fácil inventar una noticia y darle apariencia de realidad. No es esa la cuestión. Que el público dé credibilidad a una noticia no depende de la brillantez con la que esta ha sido creada, sino del medio que la difunde. En un hipotético ranking de confianza en los medios de comunicación que deposita el ciudadano, Internet está bajo sospecha: los blogs, muchas páginas web de noticias o youtube mismo, nunca tendrán la credibilidad que damos a un periódico o una televisión pública. Sin ir más lejos, al correo electrónico nos reenvían continuamente noticias de alguna niña en un país lejano que está a punto de morir y la mayoría de veces tenemos tantas dudas sobre el origen de la noticia que acabamos por no darle crédito.
Por eso, cuando algún medio en el que depositamos nuestra confianza; un periódico, una televisión, incluso un político u otro representante público, nos engaña, nuestra confianza en él y en el sistema queda dañada para siempre. De los otros medios quizás sí, pero del nuestro nunca esperamos que nos mienta. Como dice Harry G. Frankfurt, en su libro Sobre la verdad: "Las sociedades no pueden permitirse tolerar a nadie ni nada que alimente una indiferencia displicente ante la distinción entre verdadero o falso".

En mi caso, si hubiera sabido las consecuencias que ha provocado la difusión de la noticia del derrumbe de la Sagrada Familia, no lo hubiera hecho. Deben creerme . Por eso ahora, aunque sé que es demasiado tarde, pido perdón a todos los afectados.
A las 8h de la mañana del lunes, sólo un cuarto de hora después de publicar la noticia, cientos de lectores leían mi blog y enviaban mensajes SMS a sus amigos, multiplicando sus efectos devastadores como un tsunami. El centro de Barcelona se colapsó en media hora y cundió el pánico. Miles de trabajadores no pudieron llegar a sus empresas. Las calles adyacentes a la Sagrada Familia se llenaron de curiosos, decepcionados porque no entendían cómo el templo se erguía intacto. Algunos, aun así, casi decepcionados, no se iban del lugar, por si acaso. Otros, desconociendo que es un templo inacabado, creyeron que los trozos que le faltan eran producto del derrumbe y crearon más confusión si cabe.
A las 9h de la mañana decenas de agencias de viajes japonesas cancelaban sus viajes a la ciudad condal, a la espera de la confirmación de la noticia y temerosos de que sus clientes no tuvieran qué fotografiar. Al mismo tiempo, muchos especuladores inmobiliarios se lanzaban como posesos a la venta de pisos cercanos al templo, a sabiendas que el precio bajaría espectacularmente en los siguientes días.
A las 9:15h, aunque ya Antoni Bassas, desde Catalunya Radio, desmentía la noticia y daba a conocer que todo era producto de la imaginación de un desaprensivo llamado Sera Sánchez, autor de un blog, el caos había tomado la ciudad. Mientras las ventas de merchandising sobre Gaudí se disparaban, La Pedrera era invadida por un montón de curiosos y a las puertas del Parque Güell se producía un conato de manifestación de ciudadanos, indignados por la dejadez en la que se encuentra el parque.
Incluso la agenda de los políticos se vio alterada. Me consta que sectores del Gobierno español están muy molestos con este blog, porque querían hacer sangre de la noticia de la defenestración de Ruiz Gallardón. Pero el alcalde de Madrid, ante lo ocurrido en Barcelona, ha pasado a un segundo plano.
La única buena noticia de la semana fue que la venta de cava en toda España dio un espectacular despunte, alargando así la campaña navideña, prueba quizás de que la España plural se solidarizaba con el pueblo catalán en aquellos terribles momentos.
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Mierda, he vuelto a hacerlo.





6 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajaja, si toda esta imaginación es producto de algun medicamento que por error te recetaron: no lo dejes, te funciona. Hay dos cosas que por la mañana me hacen el dia menos gris (ten en cuenta que vivo rodeada de niebla), la primera es desayunar con el primer Bon dia de Josep Cuni, y la segunda llegar al trabajo para leer tus verdades-locas noticias de tu blog.

imma-verdú

Anónimo dijo...

Felicidades, Sera, por el derrumbe y la "reconstrucción".
Magnífico. :)

Cris dijo...

Vaya, ya veo que eres toda una central de información, generas noticias, las difundes y estudias las consecuencias. Absolutamente autosuficiente, en plan Juan Palomo.
Enhorabuena, me he reído un montón.

Joselu dijo...

He venido a conocerte. ¡Rediós qué tipo! Humor delirante, prepotencia, guasa, bromas a raudales... qué delicia reírme contigo. ¡Cuánto echo a faltar este componente en mi blog, amigo! Te vendré a visitar más veces.

Sera Sánchez dijo...

imma, esteruca, cris i joselu gracias por los comentarios. Espero que os lo paseis tan bien como yo escribiendo.

Un saludo

niobe dijo...

Me encanta tu ironia.
Tienes razón en este mundo tan mediático las noticias corren como la pólvora lo que hace que se desvirtuen completamente.
Lo dicho en una sociedad tan informada vivimos en una constante desinformación.
Un saludo y felicidades de nuevo