domingo, 7 de septiembre de 2008

EL AZAR

Hace unos años estaba recorriendo el Parque Nacional Torres del Paine, en la Patagonia chilena, y vi, a lo lejos, a una persona que se acercaba.Yo me dirigía al glaciar Grey. En aquella época del año había muy pocas personas recorriendo el parque y, después de cuatro días de marcha, apenas me había cruzado con unos cuantos excursionistas.
Aquella persona se iba acercando poco a poco. Dos excursionistas en algún punto cerca de los Campos de Hielo Sur. Cuando faltaban unos cincuenta metros para encontrarnos, los dos comprobamos asombrados que nos conocíamos. Ella era una compañera de la Facultad de Psicología donde yo había estudiado el año anterior.
Una casualidad como otra cualquiera, por supuesto, sólo que el escenario de la Patagonia la engrandece.
El azar está por todas partes.

Cuando tenía ocho años, Paul Auster pidió un autógrafo a un jugador de béisbol que era su ídolo. El jugador le dijo: "Claro, pero necesito un lápiz". Auster pidió un lápiz a todo el mundo, pero en ese momento nadie en los alrededores tenía un lápiz, un boli, algo que escribiese. Las posibilidades de que nadie tuviera un lápiz entre toda aquella gente eran más o menos las mismas de que yo me encontrara con una compañera de estudios en la Patagonia. Aun así, nadie. No hubo autógrafo. Así que el niño Auster decidió que nunca saldría a la calle sin un lápiz, por si acaso. Una manera como otra cualquiera de hacerse escritor. Desde entonces Auster juega en sus novelas con el azar, y el azar juega con sus personajes.

A veces el azar explica todo y a veces casi nada. Hay quien pretende conocerlo en profundidad. Para eso se inventaron la astrología, las percepciones extransensoriales o las pseudociencias. Pero fracasan en sus intentos. El azar es caprichoso. Obedece a tantas reglas, si es que tiene alguna, que resulta casi siempre impredecible. Ocurre a cada instante, aunque nosotros solo le demos significación a aquello que nos interesa.

El significado es humano. El azar no. O quizás sí. Al menos explica, con ayuda de la teoría de la evolución, porqué estamos aquí. Como dice Bill Bryson, en su espléndido libro divulgativo sobre la ciencia, "Una breve historia de casi todo": "Con que retrocedas sólo unas ocho generaciones (...)encontrarás a unas 250 personas de cuyas uniones en el momento oportuno depende tu existencia. Si sigues más atrás, hasta la época de Shakespeare y de los peregrinos del Mayflower, tendrás como mínimo 16.834 ancestros intercambiando afanosamente material genético de una forma cuyo resultado final y milagroso eres tú".

A la espera de que el superacelerador de hadrones europeo descubra el bosón de Higgs, conocido como la "partícula de Dios", y nos explique algo más de este mundo del que venimos, quizás un mundo menos azaroso , seguiremos forzándolo (al azar, no a Bryson) para que sus designios nos beneficien.

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El grupo de teatro Factoría Los Sánchez, hemos empezado los ensayos de la obra de teatro basada en el blog EDUCADOR SOCIAL EN ALASKA. Seguiremos informando.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonita historia. El azar es así de creativo, ¿verdad? Sabemos que se explica con un simple: "De todos los viajes que has hecho sin encontrar a nadie conocido, alguna vez tenías que encontrarla", pero sigue sorprendiéndonos como el primer día.

Por cierto, donde Bill Bryson dice "tendrás como mínimo 16.834 ancestros", aunque el número es 16.384, debería decir "como máximo", ya que muchos de estos ancestros pueden estar repetidos.

Un saludo.

Sera Sánchez dijo...

HOla, da-beat!!.
Gracias por tu apreciación. Hay que decir, en honor de Bill Bryson,que lo aclara pocas frases después, cuando dice.."es evidente que hay algo que está mal en las cuentas que hemos hecho. Tal vez interese saber que el problema se debe a que tu línea no es pura. No podrías estar aquí sin un poco de incesto (en realidad, sin mucho), aunque se guardase una distancia genéticamente prudencial..."
Un saludo.

Anónimo dijo...

Interesante post, sí.

No voy a a portar nada. Sólo dart la bienvenida de nuevo y, en relación con lo que has escrito,... ¡que la suerte te acompañe!

Anónimo dijo...

Vaya, lo siento. Tengo ese libro en mi "caja" (ya pasó de la fase "lista") de libros para leer desde hace tiempo, pero otros se le han ido adelantando. A lo mejor el azar ha querido rescatarlo, es posible que sea el próximo que lea.

Sera Sánchez dijo...

Saludos lucce

Anónimo dijo...

Buenos dias Sera y compañia.

Aunque he estado ausente bastante tiempo, sigo leyendo tu blog y muchas veces reflexionar sobre los temas que expones.

Hay dos tipos de personas que nos rodean: una es la que nos marca al nacer en una o otra família pues esto implica tener tus familiares, amigos de escuela, vecinos...) però hay otras personas que conoces por azar (supongo), ir en aquel metro, sentarte en ese banco del parque, esperarte en la cola del cine, apuntarte a ioga...

Si pienso bien, todo es cuestión de azar, de suerte o quizás mala suerte.

Elena dijo...

Conocía la historia de Auster, pero la tuya de la Patagonia es increíble. Yo también me encontré con alguien que no veía hace años en Londres, pero no es lo mismo, la verdad.

Ojalá el azar jugara siempre con nosotros de esa manera tan simpática.

Saludos

Sera Sánchez dijo...

Saludos elena. Nos vemos en tu blog.

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Bueno hola:

Desde mi humilde opinión, pienso que "el azar" no existe, todo tiene una causa un significado, una explicación que por el momento desconocemos. "Ahora" se le podría llamar milagro, en otro "Ahora" se llamara ciencia.
Creo que todo ocurre "Aquí y Ahora"
Besos y amor.
je